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El general Leonardo
Barrero comandante de las FF.MM. /
Óscar Pérez
JUDICIAL 18 FEB
2014 - 11:23 PM
El nuevo jefe de las FF.MM. es Juan Pablo Rodríguez
La caída del general Barrero
Desde hace cuatro meses hay una unidad especial de la Fiscalía revisando
con lupa los contratos del Ejército. Escándalo por supuesto carrusel sacó a
seis generales.
Por: Redacción Judicial
Tan sólo seis meses duró el general Leonardo Barrero al frente del
comando de las Fuerzas Militares, todo por el escándalo que originó el
descubrimiento de una red de corrupción en el Ejército que cobraba ‘mordidas’
sobre multimillonarios contratos y que fue destapado por la revista Semana el
pasado 16 de febrero. Este episodio, calificado como “grave e indignante” por
el presidente Juan Manuel Santos, provocó un remezón en la cúpula militar.
Barrero fue reemplazado por el comandante del Ejército, general Juan Pablo
Rodríguez. Al puesto de este último llegó el general Jaime Lasprilla. El
general Hugo Acosta, jefe del Estado Mayor de las FF.MM., también se retiró y
en su lugar se nombró al general Javier Alberto Flórez. Policía, Fuerza Aérea y
Armada continuaron con sus líneas de mando.
Mientras tanto, una comisión de la Unidad Anti corrupción investiga todos
los contratos que realizó el Ejército desde septiembre de 2012, fecha desde la
cual se obtuvieron las primeras pruebas de presuntas irregularidades en el
interior de la institución. Como lo reveló la emisora La Fm, existe un informe,
de 200 páginas, en el que se consignaron grabaciones de supuestos nexos entre
fiscales, jueces, magistrados y oficiales que harían parte de una gran red de
corrupción, tanto en contratación como en administración de justicia en casos
de falsos positivos.
El retiro del general Barrero se debe a una conversación que sostuvo
hace dos años con el polémico coronel Robinson González del Río, procesado por
un falso positivo cometido en Caldas e involucrado en otro escándalo que
descubrió su intento para que el magistrado Henry Villarraga presionara el
traslado de su caso a la justicia penal militar, lo que ocasionó la salida de
Villarraga del Consejo Superior de la Judicatura. Además, González del Río es
el oficial que habla de cómo apropiarse irregularmente de contratos del
Ejército.
“El día de hoy paso al retiro con la frente en alto y mirando al pueblo
colombiano (...). Mi retiro, que obedece a una decisión política, se produce
por un infortunado episodio relacionado con una conversación privada de hace
dos años con un oficial subalterno sindicado, mas no condenado, por el delito
de homicidio, quien me manifestó su inquietud por un presunto montaje y, ante
la gravedad de lo comentado, empleé expresiones inapropiadas, por lo que
reitero mis disculpas”, dijo el excomandante de las FF.MM. que llevaba más de
39 años de servicio. Y es que el general Barrero en esa conversación le
manifestó a González: “Aprovechen y únanse hijueputa. Eso tiene uno que ser
inteligente. Yo no lo puedo hacer, pero ustedes sí porque ustedes son los
afectados (...). Hagan una mafia para denunciar fiscales y toda esa güevonada”.
Tanto el ministro Pinzón y el presidente Santos advirtieron que la
salida del general Barrera nada tenía que ver con los casos de corrupción, ya
que no había elementos que pusieran en duda su honra y buen nombre. “Esto ha
sido producto de una profunda reflexión pensando siempre en el bienestar de la
patria (...). Por eso he considerado oportuno y necesario hacer un cambio en la
cúpula militar advirtiendo, eso sí, que el comandante general de las Fuerzas
Militares no sale por ningún hecho de corrupción, sino por unas expresiones
irrespetuosas y desobligantes”, puntualizó el jefe de Estado.
En su última declaración como comandante de las FF.MM., el general
Barrero indicó que tenía la esperanza que “con la unión y el compromiso que nos
caracteriza, nuestra institución no será objeto de negociación en escenario
alguno, presente o futuro y bajo ninguna circunstancia (...). Invito a los
soldados a continuar acompañando y apoyando la valiosa gestión del general (r)
Jorge Enrique Mora Rangel, nuestro representante en la mesa de conversaciones
de La Habana (Cuba)”. Un mensaje que genera dudas sobre su postura frente al
proceso de paz. Finalmente, cuando ya se le quebraba la voz, Barrero agradeció
a su familia y a su círculo más cercano por la “dedicación y apoyo que
permitieron que este viejo tropero con corazón llegara a ocupar un día la más
alta dignidad de la vida militar”.
Las conversaciones interceptadas al coronel González no sólo llevaron a
que el Ministerio de Defensa tomara la decisión de pasar al retiro al general
Barrero, sino de sacar del servicio activo al general Manuel Guzmán Cardozo,
quien era el subcomandante del Ejército; al general Fabricio Cabrera Ortiz,
jefe de la Jefatura de Aviación —dependencia que se encargaba de la
contratación—; general Diego Sánchez Ruiz, jefe de la Jefatura de Familia del
Ejército, y al general Jaime Reyes Bretón, jefe de Acción Integral del
Ejército. El general Cabrera es uno de los que más sale mencionado en los
audios interceptados por un supuesto contrato de $14.000 millones para
elementos que se usan para un asalto aéreo.
Según Pinzón, esta determinación obedeció a que “se conoció que había
personas que por sus funciones debían haber tomado medidas administrativas,
gerenciales y de control respecto de lo que estaba ocurriendo, y no actuaron
con la contundencia necesaria”. Todo parece indicar que no actuaron a tiempo
para detectar estas irregularidades ni pusieron la lupa para evitar contrataciones
sospechosas. El propio presidente aseguró que “hay que actuar de manera clara y
contundente contra los enemigos externos e internos de nuestras instituciones
(...) Hay que actuar contra ellos con severidad, porque es la forma de defender
las instituciones y la institucionalidad”.
Otro de los generales que decidió dar un paso al costado fue Javier Rey,
comandante del Comando Conjunto de Operaciones de las Fuerzas Militares. El
general Rey se dio de baja después de aparecer mencionado en las grabaciones.
Según él, lo que se destapó son “verdades a medias” y no permitieron que los
oficiales tuvieran derecho a la defensa y al debido proceso. “Renuncio por
honor y dignidad”, dijo el oficial que participó en operativos militares como
la ‘Operación Jaque’ y en los que se dieron de baja a los jefes guerrilleros
Alfonso Cano y el Mono Jojoy. Asimismo, anunció que demandará a la revista
Semana por “falta de ética”.
Este escándalo de una supuesta red de corrupción en el interior del
Ejército ya era investigado por la Fiscalía. Desde hace cuatro meses una
comisión de la Unidad Anticorrupción revisa con lupa los contratos en el
Ejército. Ya se cuenta con un cuadro metodológico y se profundiza en las
pesquisas para saber cuáles son los contratos que se mencionan en los audios.
También se indaga la contratación directa en el Ejército, que es una pequeña
parte del gran presupuesto de $27 billones que para este año tiene el
Ministerio de Defensa. Estas medidas se adoptaron después de que un fiscal de
Medellín ordenara, el 21 de septiembre de 2012, que se interceptara el teléfono
del coronel González, ya que tenía la sospecha de que estaba cometiendo algún
ilícito, en un principio relacionado con su proceso por falsos positivos, como
lo reveló La Fm. Sin embargo, los resultados terminaron arrojando un mar de
irregularidades en las Fuerzas Armadas.
Según la emisora, en el informe de 200 páginas de la Fiscalía aparecen
consignadas grabaciones de conversaciones de González del Río en la que hasta
aparece mencionado el polémico empresario Emilio Tapia, procesado por el
carrusel de la contratación en Bogotá. En uno de los audios, que tiene registro
del 25 de octubre de 2012, habla con un tercero sobre Tapia y un contrato de
basuras, pero siempre en clave, ya que dice que tiene la sospecha de que su
celular está intervenido. En otras de las grabaciones en poder de la Fm, en las
que se escucha un lenguaje vulgar entre un tercero llamado Caicedo y el
coronel, se menciona que hay casos de falsos positivos que se están complicando.
Asimismo, se señala que se tendría que hacer un pago de $35 millones a un
fiscal que adelanta estas investigaciones.
En las nuevas revelaciones hechas por la emisora salen nuevos nombres
que estarían vinculados con el polémico coronel González. En una de las
grabaciones se identifica a un hombre de apellido Londoño Gómez como el juez
52. En otra habla con un amigo sobre supuestas reuniones con magistrados de la
Corte Suprema de Justicia para que le colaboren con su proceso, pero que no
pudieron llevarse a cabo. Pero entre las interceptaciones más escandalosas está
una conversación de González con un hombre desconocido al que le dice: “El
general Salazar le colaborará con partidas, pero que la gente es muy
‘hijueputa’” y agregó que tenía un amigo en una alta corte y que ya tuvo
algunas reuniones. Entre esas González hace referencia a un encuentro que tuvo
con los fiscales, el general Rito Alejo —su tío— y “el doctor (Guillermo)
Mendoza Diago (ex fiscal general) que es el que está resolviendo lo de él”.
De igual manera, el coronel indicó en otra grabación que iban a coger
una buena plata de la Dirección de Inteligencia del Ejército, al parecer de
algunos contratos de $70 y $60 millones. González del Río posteriormente se
refiere a las futuras reuniones que tendría con el magistrado Henry Villarraga
y sobre la supuesta persecución que sufría del fiscal de su caso. En una
conversación que tiene con una mujer llamada la Tía, el coronel le comenta que
un grupo de magistrados le van a ayudar con su caso, haciendo referencia a una
colisión de competencias. “Angelino Lizcano, José Ovidio Claros, Henry
Villarraga, Julia Emma Garzón y Pedro Sanabria”, dice un aparte de la
transcripción que realizó la Fiscalía.
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