Con un paquete de reformas recicladas de la pasada legislatura y centrado en la paz, el presidente Juan Manuel Santos instaló, con dos horas de retraso, la Legislatura 2014-2018.
En este discurso, según los analistas, apareció un Santos más conciliador que trató de desmarcarse de la campaña presidencial y se centró en las propuestas de una serie de reformas que está tratando de sacar adelante desde su primer periodo, y que ahora le costarán más trabajo lograr su aprobación en este nuevo Congreso, ya que cuenta con el 51 % del respaldo de los congresistas y tiene una oposición que puede hacer tambalear dicha agenda.
Entre los anuncios a destacar está la oficialización de la eliminación de la reelección presidencial y la ampliación del periodo del Presidente de la República de 5 a 6 años. También anunció que buscará quitarle la facultad electoral a las altas cortes, insistirá además en reformar las Corporaciones Autónomas Regionales, CAR, y buscará reglamentar la ley estatutaria en salud. Para muchos analistas, aunque estas reformas son básicas para el país, Santos se centrará más en ejecutar las que ya tiene aprobadas y el respaldo que busca en el Congreso será para tener más tacto en el control político.
Se destacó que al inicio de su discurso dejó claro que gobernará para todos los colombianos: “no soy solo el presidente de los que votaron por mí, soy también el presidente de los que no votaron por mí”.
Frente al tema de la paz, que según expertos, será de los pocos en donde Santos encontrará consensos fácilmente y en el que se espera que las bancadas trabajen unidas, dijo que el desafío de este nuevo Congreso es que “tendrá en sus manos la enorme responsabilidad de apoyar la implementación de los acuerdos y de legislar para una nueva nación: la nación del postconflicto. Este será el Congreso de la paz”.
Como estocada al Centro Democrático, el presidente Santos subrayó que la paz que busca es la misma para todos. “Quiero ser muy claro en lo que voy a decir, porque esto es un tema que nos tiene que unir en lugar de dividir. La paz que buscamos es, en esencia, la misma. Todos queremos una paz justa. Todos queremos una paz sin impunidad”.
¿Reformas nuevas?
Aunque desde el primer gobierno se viene hablando de reformas estructurales en educación, justicia y ambiente, los analistas están divididos frente a la trascendencia de estas. Coinciden en destacar que Santos no la tendrá fácil en el Congreso por la solidez de la oposición.
Diego Cediel, politólogo de la Universidad de La Sabana, destacó que este será un Congreso lleno de deudas con el país y Santos tratará de sacar adelante algunas reformas, aunque “si no lo logró hacer con un Congreso en el que tenía el 70 por ciento de aprobación, ahora menos. Él va a tratar de salvar los muebles de su primer mandato, no propone nada nuevo. Lo que Santos necesita es que le firmen algo en La Habana y que sea rápido. Si revisamos el discurso de hace cuatro años sus apuestas son las mismas, salvo en el tema de la paz. Es el reciclaje de muchas deudas pero con otra mirada”.
En contraste, el analista Andrés Mejía Vergnaud, subrayó que el discurso se caracterizó por la brevedad.
“Es importante el énfasis que hizo Santos en que (no habrá paz sin impunidad,) como para limar un poco las asperezas con el uribismo”, explicó Mejía y destacó que con esto la ruta que traza es de conciliación. Frente al paquete legislativo indicó que aunque algunas de las reformas que delineó ya se habían intentado presentar, “Santos no recicló del todo, toda vez que, por ejemplo, se vieron temas nuevos como lo que tiene que ver con la reforma política, salvo algunos temas como el de la Justicia, pero de resto no”.
También dejó en duda si el Presidente podrá sacar adelante sus grandes reformas. “Falta ver cuánto va de esa ilusión a la realidad. Si recordamos la reforma a la Justicia pasada que terminó en ese monstruo por falta de liderazgo del Gobierno, ahora, con una oposición mayor, faltará ver si es capaz de sacarla adelante y no se le mezclen los intereses mezquinos de la politiquería”.
Fernando Giraldo, politólogo de la Universidad Javeriana, indicó que al poner el tema de la paz como el centro del discurso, lo que busca Santos es que no haya reticencia en el Congreso y que le aprueben sus iniciativas.
“En particular trató de enfocar el discurso en la paz para quitarle legitimidad a la oposición, al Centro Democrático, para que quede minado su camino en el Congreso”.
Giraldo destacó que efectivamente Santos construyó un discurso muy conciliador, pero que la única manera de sacar adelante sus reformas será tener al Partido Conservador de su lado, si lo logra, tendrá más de 65 senadores y para ello “les dará todas las prebendas necesarias para contar con su apoyo”.
Por último, Iván Garzón, director de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, resume el discurso de Santos con una metáfora futbolera: “Santos pretende remontar el partido en el segundo tiempo sin hacer cambios en la alineación ni en su estrategia de juego. Por ello la opinión pública no debería distraerse en jugadas vistosas (El Congreso de la Paz) o llegadas de peligro al arco rival (eliminar la reelección o restablecer el equilibrio de poderes), pues con el mismo equipo y los mismos jugadores el resultado probablemente será el mismo del primer tiempo”
Por SERGIO NARANJO Y MARÍA VICTORIA CORREA.
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