Señor Vicepresidente de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Excelentísimos Señores Jefes de Estado y Jefes de Misiones.
Saludo al Presidente de la Asamblea y también al Secretario General, António Guterres.
Hace un año vinimos por primera vez a esta Asamblea a exponerles la hoja de ruta que queríamos para construir una Colombia basada en la Legalidad, el Emprendimiento y la Equidad.
Mi país, que en este año 2019 cumple 200 años de historia independiente, transita hoy un camino hacia un futuro de equidad, donde lo único que separa a un hombre o a una mujer de sus sueños es el sacrificio honesto de su trabajo.
Vivimos tiempos que demandan, de todos nosotros, no perder de vista nuestros retos más urgentes: la derrota de la pobreza extrema, la defensa de la democracia, la protección ambiental, la promoción del emprendimiento, la promoción de la innovación, y el sostenimiento del imperio de la ley.
Esos son los faros éticos, sociales y políticos que guían la apuesta que queremos para Colombia y también nuestra contribución a un orden internacional basado en el multilateralismo, en la solidaridad y en la autonomía. Creemos, creemos de manera sincera, en la Legalidad, el Emprendimiento y la Equidad.
• Hemos declarado nuestra biodiversidad como un activo estratégico, incluyendo su protección dentro de nuestra política de seguridad nacional
El más grande de los retos que tenemos todos es el cambio climático y, por supuesto, sus consecuencias sobre nuestros océanos, páramos, nevados, glaciares y costas.
Como lo he repetido a lo largo de esta semana, Colombia representa tan solo el 0,4 por ciento de todas las emisiones globales de gases efecto invernadero. Tenemos la sexta matriz energética más limpia del mundo. Contamos, además, con el 50 por ciento de los páramos del planeta y el 40 por ciento de nuestro territorio puede considerarse como selva tropical húmeda, mucha de ella ubicada en nuestra Amazonía.
Colombia es también uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático. Por eso, todos debemos reflexionar globalmente, pero actuar localmente. Hace unos días, veíamos a los jóvenes del mundo reclamando acciones, acciones nuestras. Y por eso, apreciados Presidente y Delegados, llegó el momento de pasar de los discursos a las acciones, y yo puedo decir que Colombia está actuando.
Hemos declarado nuestra biodiversidad como un activo estratégico, incluyendo su protección dentro de nuestra política de seguridad nacional. Tenemos claro que, en nuestro caso, la deforestación en la Amazonía y en todas nuestras zonas boscosas está directamente relacionada con la ilegalidad, con grupos armados al margen de la ley que buscan espacios para sus actividades ilícitas, alimentados por el narcotráfico.
En tan solo un año, nos hemos comprometido y hemos reducido la deforestación cerca de un 17 por ciento y seguimos más comprometidos que nunca. Además, tenemos la meta de sembrar 180 millones de árboles al 2022, para que así todos juntos protejamos nuestra casa común.
Con orgullo puedo decirle a esta Asamblea que, a comienzos de este mes, junto a Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Guyana y Surinam, todos países amazónicos, firmamos el Pacto de Leticia. Este es un compromiso internacional para proteger la Amazonía, para que tengamos cómo medir sus riesgos y los avances en nuestras acciones. Este Pacto refuerza nuestra capacidad de gestionar, proteger y prevenir los daños en este importante patrimonio para nuestra existencia.
Protegeremos al Amazonas con nuestra soberanía intacta, ya que así debemos gobernar los problemas comunes.
En la protección de la naturaleza, en la lucha contra el narcotráfico y la criminalidad, en la lucha contra el crimen transnacional, en la defensa de la democracia y en la defensa de la libertad, en el fortalecimiento del libre comercio, en el manejo de las migraciones, tenemos que unirnos para diseñar y fortalecer las respuestas multilaterales de gobernanza que nos permitan encontrarnos, reconocer los problemas y construir hojas de rutas para avanzar en su solución.
Delegados, debemos trabajar por construir una sociedad más consciente de que nuestro paso por el planeta es pasajero, pero los daños que podemos causar pueden ser irreversibles. Nuestra capacidad de crear nuevas alternativas de desarrollo debe estar acompañada de nuestra creatividad para evitar impactos negativos.
Hace un año, cuando empezó nuestro Gobierno, teníamos apenas el 0,1% de nuestra matriz energética en energías renovables no convencionales, como la solar y la eólica. Y nos hemos propuesto dar un salto, y nos hemos propuesto pasar de menos de 60 megas que encontramos cuando empezó nuestro Gobierno, a más de 1.500 megas para el año 2022. Esta es una verdadera revolución energética, pero al mismo tiempo, un gran compromiso ambiental.
Sabemos que el reto es grande. Más acciones se requieren de parte de todos. De la comunidad internacional, de los empresarios y de los líderes de la sociedad civil. Pero estoy seguro y confiado que juntos podemos caminar exitosamente en la misma dirección. Hay Mas.-
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