Se trata del doctor Amylkar Acosta Medina, quién ha sacado tiempo de sus innumerables compromisos de titular de la cartera de Minas y Energía, para escribir una sentida nota a raíz del vil asesinato del destacado médico neurólogo, Jorge Daza Barriga, que nosotros igualmente en repudio a todo lo que se llame violencia, rechazamos con toda energía y que reproducimos en el blogs.
CUANDO
UN AMIGO SE VA…
Amylkar D. Acosta M
Cómo no deplorar el
sensible fallecimiento del galeno Jorge Daza Barriga, víctima de un aleve
atentado el día de ayer en Barranquilla en la puerta de su residencia
perpetrado a mansalva por sicarios insensibles e insensatos del sórdido mundo
de la criminalidad. Se trata de un profesional de la medicina con especialidad
en neurología, que honraba con su ejercicio el juramento hipocrático que hizo al
momento de graduarse en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena.
El Médico Jorge Daza era un hombre sencillo, de cuna humilde, natal de
Distracción (La Guajira), que se formó con grandes esfuerzos y con gran
tenacidad, animado, como decía él por su “deseo incesante de ser médico”.
Ministro: Amylkar Acosta Medina
Jorge fue en vida uno de
los más destacados profesionales de La guajira, con una gran proyección a nivel
nacional, se desempeñó como Secretario de Salud del Distrito de Barranquilla y,
además del consagrado ejercicio de su profesión, ejercía la docencia. Presidió
tanto la Asociación Colombiana de Neurología como la Asociación Colombiana para
el estudio del dolor. Fue un profesional brillante, de una trayectoria
impecable, publicó más de treinta artículos en revistas especializadas y tres
libros sobre el dolor y era considerado como el gran protector de los guajiros,
por la acogida que le daba en su consultorio a cuanto guajiro requería de sus
servicios, sin reparar si tenía con qué pagarle. Su vocación de servicio no
conoció límites. Ah falta que nos va a hacer!
MD. Jorge Daza Barriga
Además de la medicina su
otra pasión era la música vallenata, que lo llevó a promover y presidir la
Fundación Cultura Vallenata; fue, además de compositor, interprete del
vallenato. Eran de su predilección las composiciones de Rafael Escalona, Tobías
Pumarejo y Roberto Calderón, así se puede constatar en sus varias producciones
discográficas, la más reciente en el 2012. Una buena semblanza de su vida, en
la que se destaca la forma como se solazaba interpretando sus canciones
preferidas, la encontramos en el programa Impacto con Sergio García en
Telecaribe, al cual se puede acceder en youtube.com. Su vida oscilaba entre la
medicina y el vallenato; quienes le cegaron la vida le arrebataron de sus manos
el escalpelo del neurocirujano y callaron al cantor y cuando “calla el cantor
calla la vida, porque la vida, la vida misma, es todo un canto”, nos enseñó la
inolvidable Mercedes Sosa.
Su temprana desaparición
(¡apenas 63 años cumplidos!), en la flor de la vida y cuando más esperábamos de
él, nos priva de un gran amigo, coetáneo, de un gran señor, irreemplazable por
lo demás, porque, como dice la canción de Alberto Cortés “cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va
queda un tizón
encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río”. En medio del repudio y la indignación por
este vil asesinato y la congoja que invade a sus habitantes por esta pérdida
irreparable, La guajira toda le da el último adiós a uno de sus mejores hijos.
Paz en su tumba
Bogotá, enero 25 de 2014
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