El cuadro barranquillero se
impBuso 5-4 en la definición por penales ante Deportivo Pasto
“La afición es la razón de ser
de un equipo de fútbol. Especialmente en el Júnior de Barranquilla”, repite el
técnico Julio Avelino Comesaña, el dueño de la receta para hacer campeón al
Júnior y poner a vibrar a toda la afición currambera.
Ocho partidos bastaron para
que el estratega uruguayo, quien reemplazó en el banquillo a Luis Fernando
Suárez, corrigiera el rumbo y llevara al club atlanticense a la conquista de su
novena estrella. Júnior clasificó séptimo en la fase todos contra todos y
superó en el cuadrangular semifinal al Tolima, antes del doble duelo contra el
Pasto, que terminó 1-1, con victoria de cada equipo como local por la mínima
diferencia, y se definió por cobros desde el punto penalti.
Los cinco remates de los
rojiblancos fueron impecables y en el quinto de los pastusos, Ray Vanegas,
quien había marcado el gol en el tiempo reglamentario, mandó el balón encima
del travesaño y sentenció el título en el estadio El Campín de Bogotá, pues
Pasto no pudo jugar como local en Ipiales, como durante todo el torneo, por
razones logísticas y de seguridad.
En el semestre, Júnior jugó 28
partidos y sumó 45 puntos gracias a que ganó diez juegos y empató 15. Apenas
perdió tres veces, en una campaña solamente superada en números por
Millonarios y Pasto.
Júnior se estrenó como campeón
en 1977, cuando el argentino Juan Ramón Verón oficiaba como jugador y
entrenador. Repitió tres años después, en 1980, dirigido por José Varacka. Tuvo
que esperar 13 temporadas para volver a celebrar. Lo hizo en 1993, con
Comesaña. Y en 1995 ganó nuevamente, pero bajo el mando de Carlos Piscis
Restrepo.
El estratega campeón de 2004
fue Miguel Ángel el Zurdo López. En 2010, los rojiblancos celebraron con Diego
Umaña en el banquillo y un año después quien los sacó campeones fue José
Eugenio Cheché Hernández. También ganó dos Copas Colombia, las de 2015 y 2017;
la primera con Alexis Mendoza y la segunda con Comesaña, quien lo llevó el año
pasado a su primera final continental, la de la Copa Sudamericana, que perdió
en la definición por penaltis con el Atlético Paranaense, de Brasil. Días
después de esa dura derrota, se reivindicó con la octava estrella, en diciembre
pasado. Luego de la celebración, el estratega uruguayo se fue para Argentina.
Llegó entonces Luis Fernando Suárez, quien
conquistó la Superliga, al superar al Deportes Tolima; pero después el equipo
entró en una mala racha y quedó eliminado de la Copa Libertadores, aunque
clasificó a los cuadrangulares de la Liga. Los directivos decidieron licenciar
a Suárez y traer, de nuevo a Comesaña, el dueño de la fórmula ganadora del
Júnior. Y “Pelo ‘e Burra”, como le dicen con cariño en las calles de La
Arenosa, le colgó la novena estrella al escudo juniorista.
Conocedor como ninguno de la idiosincrasia del
costeño y de la afición juniorista, el estratega charrúa les apostó a los
jugadores de la casa y al fútbol ofensivo, dos requisitos importantes para
conseguir el respaldo de la gente.
Fue así como dejó en el camino a Tolima, Cali y Nacional en el cuadrangular semifinal, antes de superar en la última instancia al Pasto de Alexis García, que fue digno y justo subcampeón. Tomado de El Espectador. Hay Mas
Fue así como dejó en el camino a Tolima, Cali y Nacional en el cuadrangular semifinal, antes de superar en la última instancia al Pasto de Alexis García, que fue digno y justo subcampeón. Tomado de El Espectador. Hay Mas
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