martes, 18 de marzo de 2014

¿Qué significa para Bogotá la destitución del alcalde? Desde la óptica de la Revista Semana

Para analizar lo que significa para la capital del país la decisión que deja en firme la destitución del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, hay que mencionar tres aspectos: la política, la urbana y la izquierdista. Semana.com consultó con expertos. 

Mónica Villegas Carras
 directora de ‘Bogotá Cómo Vamos’ dice que lo que más le preocupa es la estabilidad de las políticas públicas de la ‘Bogotá Humana’. Según ella, sus proyectos tienen unos retos muy importantes que quedarán en entredicho en el futuro.

¿Qué significa para Bogotá la destitución del alcalde?. Expertos dicen que la destitución de Petro sólo traerá más beneficios para la ciudad.

Aunque la ley obliga cumplir al próximo alcalde con el plan de desarrollo de la ‘Bogotá humana’, quien reemplace a Petro puede y debe pasar modificaciones al Concejo de Bogotá. 

“El hecho que la ciudad haya tenido tres alcaldes en el último periodo desestabiliza la continuidad de las políticas públicas que a Bogotá le urge que se concluyan”, explicó la directora de ‘Bogotá cómo vamos’.

Por otro lado, dice Mónica, es que el año pasado el Concejo de Bogotá le autorizó al Distrito un cupo de endeudamiento de 3 billones de pesos para la construcción del metro, la troncal de la Boyacá, metrocables, ampliar la atención de hospitales públicos, construcción colegios y jardines infantiles. “Esto son temas que deberían estar ejecutándose, y por la parálisis de Bogotá todo está frenado”, concluyó la directora. 

¿Y el tema urbano?

Eduardo Behrentz, ingeniero y decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, dice que, en materia urbanística, todo sería bueno para Bogotá si Petro se va, pues la ciudad se encuentra en un desgobierno evidente que está volviéndola caótica, advierte. 

Además, que Bogotá está estancada en el tema urbanístico y de movilidad, porque su gabinete no tiene experticia. 

Behrentz advierte que el POT, por ejemplo, es equivocado y el nuevo alcalde podría derogarlo, pues promueve un concepto erróneo de la densificación de Bogotá. 

“En el tema de gerencia pública también se raja, no sólo el alcalde sino sus gerentes, secretarios y todas las personas que lo rodean, pues no tienen las capacidades técnicas y las entidades están mal administradas. Además, por su estilo espanta a la gente buena”, afirmó. 

Asimismo, destaca que el burgomaestre ha intentado hacer cosas buenas, que su discurso ambiental es interesante pero que no se traduce en ejecución.

Afectado ámbito político

Semana.com habló con el exalcalde de Bogotá y analista político Jaime Castro sobre el tema.

“En el país se han intentado 150 revocatorias de alcaldes y gobernadores y en ningún caso se habían presentado los traumas políticos, institucionales y jurídicos como en el de Petro, lo que pone en deterioro la administración de Bogotá”, explicó Castro.

Castro advierte que Petro decidió hasta internacionalizar el tema antes de ser sancionado, lo que creó una incertidumbre en la ciudad. “La destitución de Petro no le causa ningún daño a la ciudad, por el contrario, le da claridad a la situación política, jurídica e institucional”, sentenció.

Por otro lado, el abogado y analista político Héctor Riveros dice que, con la destitución del alcalde, se agravará la inestabilidad de la ciudad. 

Riveros asegura que la salida del alcalde motivará a un ambiente político tenso, que vendrán más procesos judiciales que desgastarán a la ciudad. “Obviamente se agravaría la inestabilidad que ya lleva un tiempo largo y generará muchas tenciones. La salida de Petro no será tranquila, habrá protestas, marchas, etc.”, concluyó Riveros. 

Por otro lado, el abogado insistió que lo que pasa con Transmilenio es una muestra del desgobierno y la mala administración. 

Significado para la izquierda 

Gustavo Petro, exmilitante del M19, es el único mandatario de izquierda que llega a ocupar un alto cargo político en el país. Su destitución, sin duda, es un golpe para esa izquierda que veía en él la posibilidad de gobernar. 

Aunque la izquierda está dividida, en las protestas que ha convocado el alcalde, se ha visto a Aida Abella, Piedad Córdoba, miembros del Polo democrático y hasta de la Alianza Verde, que reúnen todas las tendencias de ese ideal político, ¿qué pasará?

Semana.com consultó a Carlos Vicente de Roux, concejal por el partido Progresistas que es el de Petro, la afectación que traerá a la izquierda la destitución del alcalde.

“Dentro de la izquierda hay una tendencia socialdemócrata que se traduce en la igualdad social en un régimen republicano, de libertades respeto y separación de poderes. La otra, es de corte bolivariano, que es el socialismo siglo XXI, menos sensible al respeto de la institucionalidad y la separación de poderes”, explicó el cabildante. 

Con esto, dice el concejal, en la medida en que la institucionalidad colombiana se mueva en una dirección que le cierra espacios a la izquierda, favorecerá las tendencias más radicales, las chavistas.

“Yo me temo que se fortalezca la izquierda que considera que en Colombia no hay espacios dentro de la acción política y democrática, y que haya una ruptura con institucionalidad colombiana, pues sentirá que ni hay garantías ni disposición a que haya rotación de partidos en el gobierno”, afirmó. 

Sobre el proceso de paz, De Roux asegura que no tendrá ninguna incidencia. “Aunque es una mala señal para el proceso y a pesar de que las FARC han protestado por la decisión del Procurador, no traerá malas repercusiones”, aseguró el cabildante.

En todo caso, si la destitución se consolida antes del 30 de junio de este año, 18 meses antes de finalizar su mandato se convocará a elecciones y si lo hace después, el presidente tendría que elegir un alcalde encargado de una terna que mande el partido Progresistas. La fecha que definirá si hay elecciones o no, es el 14 de junio de 2014. Mientras tanto, Bogotá seguirá en vilo.

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