La
muerte es así, llega cuando tú menos la espera. Traicionera, y solitaria
siempre está al acecho para lanzar su garfio mortal, sin importarle raza, estatus social, sexo, edad, pergaminos o condición social. De repente llegó a
donde Roger y se lo llevó! , dejándonos huérfanos de un excelente narrador, y
un excelente amigo.
Estoy
seguro que lo que menos quería Roger, era que esta señora malvada se lo
llevara. Es tan malvada que nadie gusta ni habla bien de ella.
Cuatro
días, solo 4 días antes de su fallecimiento ya cayendo la tarde, Roger y yo,
nos encontramos en la calle 72 con la carrera
46, y como de costumbre nos
saludamos y comenzamos a conversar. El siempre con su sonrisa a flor de labios.
“Ajá
amadín, y que piensas de esta falta de movilidad en la ciudad, que cada día nos
está complicando más la vida….? Joda viejo Roger, no sé, ni que responderte, ni
decirte, esta vaina la estamos viviendo
en carne propia, y cada día se pone peor porque los trancones son por
todas partes. Cierto mi hermano, pero alguna vaina hay que hacer
para salir de esto me respondió. Y, como te parece la vaina de la inseguridad,
estamos inundados de esta plaga, mira que acaban de detener a 19 de los tales
urabeños. Los detienen por cantidades, no sabemos en qué hora se mudaron para
Barranquilla.
Ahí
mismo venía la otra pregunta y el otro comentario, porqué Roger un periodista
deportivo con todos sus pergaminos, también era un hombre empapado de los
problemas de esta ciudad en todos sus aspectos.
Roger era un hombre universal.
Por
la cercanía de su vivienda y la mía los encuentros con Roger eran muy seguidos,
ya en la Olímpica de la 38, ya en la emisora ABC, en el bus de Expreso
Porvenir, etc.
Era
un hombre de caminar de tramos largos. Recuerdo la vez que nos pusimos a
esperar el bus en la calle 74 entre carreras 44 y la 44B, bajo un sol canicular
de esos que solo pegan aquí en Barranquilla. En esa oportunidad coincidimos que
íbamos cerca al mismo sitio. El bus no pasaba y la espera prolongada.
De
repente ha dicho Roger, aquí no hay más y puyamos el burro… a caminar se dijo
bajo templado sol. Ese día hablamos de
futbol, fue tan amena la conversación que no sentimos al señor solano y trece cuadras más adelante ya habíamos llegado
al sitio de destino.
La
verdad no llegamos fatigados, de pronto acalorados, nos miramos las caras, nos
sonreímos, y nos despedimos hasta la vista, hasta pronto y cada cual partió para
donde iba.
Hoy
Roger parte hacia una morada eterna acompañado
de una señora llamada muerte a quien
todos los humanos vivos detestamos.
Pero
Roger cumplió su misión en esta tierra como excelente narrador deportivo gran comentarista y gran luchador por su tierra
Barranquilla, labor que truncó Átropos, mientras Cloto y Láquesis hilaban. “Las
reinas de la parca”.
Fue
el primer costeño en narrar el mundial de Alemania en 1.974, el tour de Francia
y los juegos olímpicos. Narró futbol y ciclismo en las principales cadenas del país,
como Caracol y RCN y emisoras independientes.
Al
sorprenderlo la ley de la Parca, conducía en la emisora ABC, junto con su
hermano Cesar Araujo Ensuncho, el programa "Barranquilla. Aquí estamos", con temas deportivos y de ciudad.
Las
exequias de Roger Araujo Enzuncho son hoy en el cementerio de los OLIVOS, en la
vía a Puerto Colombia. Hora: 4 de la tarde. Paz en su tumba.
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