CIUDAD DE MÉXICO.
El papa Francisco convocó
a los mexicanos a trabajar unidos en la búsqueda de una vida mejor que
revierta las condiciones de emigración, pobreza y crimen que padece el país.
Quiero invitarlos
nuevamente hoy a estar en primera línea, a ‘primerear’ en todas las iniciativas
que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana, una tierra de oportunidad,
donde no haya necesidad de emigrar para soñar; donde no haya necesidad de ser explotado
para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la
pobreza de muchos el oportunismo de pocos...
Una tierra que no tenga que
llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las
manos de los traficantes de la muerte”, expresó el Papa durante el rezo del
Ángelus, en la parte final de su misa multitudinaria en Ecatepec, Estado de
México.
Al término de la eucaristía, el obispo de Ecatepec, Óscar Roberto Domínguez,
leyó un mensaje dirigido
al Papa en
el que le expresó su agradecimiento por
la visita y denunció los males que
aquejan a su comunidad, como la pobreza, la violencia, la corrupción y el hambre,
Domínguez prometió al Papa continuar con su misión de
renovación pastoral y de evangelización y atención a los más necesitados.
Ante alrededor de 300 mil personas que desafiaron los embates
del frío desde tempranas horas, e incluso pernoctaron a la intemperie,
Francisco encabezó su segunda ceremonia religiosa en México, tras la que
realizó el sábado en la Basílica de Guadalupe, en la capital del
país, y que coincide con el inicio de la Cuaresma.
Durante la homilía, el Papa aseguró que la Cuaresma es un tiempo
para 'ajustar los sentidos', 'abrir los ojos a las injusticias' y cambiar el
rumbo de nuestras vidas y alejarlas de las tres principales tentaciones del
cristianismo: 'la riqueza, la vanidad y el orgullo'.
Tres
tentaciones que buscan degradar, destruir y sacar la alegría y frescura del
Evangelio", consideró.
Con
el demonio no se dialoga, no se puede dialogar porque nos va a ganar siempre.
Solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar", dijo
Francisco, aludiendo al relato narrado en el Nuevo Testamento en el que
Jesucristo es tentado por el demonio en el desierto.
Francisco llamó a los fieles a recurrir a la palabra de Dios para 'derrotar'
al 'demonio y sus tentaciones'. Enfatizó que las tentaciones como estas llevan a un círculo de
destrucción y de pecado. Revestido del hábito por el tiempo cuaresmal, el líder de la
Iglesia católica detuvo la lectura de su sermón para improvisar nuevamente,
como lo hizo ayer con los obispos en la Catedral, y pedir a los fieles no dejar
de seguir las huellas de Jesús. Hay
Más.-
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