México sigue
buscando entre los escombros a supervivientes del potente terremoto que sacudió el
centro y sur de México el martes. El sismo ha provocado al menos 230 muertos — entre ellos una treintena de niños— y
el derrumbe de decenas de edificios en la capital. La cifra de víctimas llegó a
ser elevada a 248 fallecidos. Los ciudadanos se han volcado en las tareas de
ayuda después del terremoto de 7,1, según el Servicio Sismológico Nacional
(SSM), que ha tenido su epicentro a 12 kilómetros de Axochiapan (en el estado
de Morelos). Se han creado brigadas ciudadanas y muchas personas se han
acercado a los lugares de los derrumbes para tratar de colaborar con los
rescatistas, también a llevar comida y agua. Después de la capital, Morelos y
Puebla son las dos zonas más afectadas. Además, varios países —entre ellos
España, Israel, Colombia o Chile— se han apresurado a enviar equipos de ayuda. Hay más. El PAÍS.
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