La fe mueve montañas. Y los
jugadores de la selección
española tienen sacos de ella en sus bolsillos. Después de una
de las semanas más complejas y tensas de las vividas en una concentración, ante
el abismo de un debut mundialista se sobrepusieron a las mil y una trampas de
la competición. Solo un inspirado Cristiano
Ronaldo, autor de tres goles, impidió que la Selección de Hierro, porque ya es
su equipo, se llevase tres puntos más que merecidos ante Portugal (3-3). Pero
la tarde era extraña y entre la pegada del rival y los errores propios, el
partido se complicó de tal manera que el empate no puede considerarse un mal
desenlace.
Hasta en dos ocasiones tuvo que levantarse de la lona y remontar la
Selección. Fue en esos momentos cuando apareció la madurez de ciertos
futbolistas como Iniesta, Silva o Diego Costa. También el convencimiento que
junto a unas ideas inculcó hace ya tiempo Luis Aragonés. Una capacidad de
sobreponerse a la adversidad que servirá para el futuro. Y pese a lo
desgraciado del día, que dejó un grave error de De Gea, el resultado dará
tranquilidad al grupo y desterrará varios debates. Como el del nueve, que ha
resuelto Costa con dos goles en su haber.
Cuando más necesidad de
tranquilidad tenía este equipo, Cristiano agitó el avispero y Nacho, lateral
elegido supuestamente por sus habilidades defensivas, picó hasta el fondo.
También el VAR se comió el ligero ‘piscinazo’ del portugués. Tres minutos de
partido y De Gea encajaba el tercer gol más tempranero en un Mundial. Cristiano
engañaba al portero del Manchester en la que sería una de sus noche más
prolíficas en el Mundial. Hay más.- Tomado de Vanguardia y EFE.- Por: Roberto Rodriguez.
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