
Honorables congresistas, colombianos:
Quiero darle gracias a Dios Todopoderoso y a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, por este día.
Es para mí un honor y un privilegio volver a este recinto, expresión genuina de nuestra democracia, para dirigirme a ustedes en esta fecha en donde celebramos un año más de nuestra Independencia y destacamos uno de los más preciados valores humanos: la libertad.
Pero antes de dirigirme a ustedes, quiero pedirles que me acompañen en un minuto de silencio para recordar a todas las víctimas de la pandemia, y también a aquellas que han fallecido a causa de la violencia, rindiéndoles un sentido homenaje y augurando a sus familias, como a todo el país, la construcción de una sociedad mejor. Quiero hoy recordar al Ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, así como al senador Eduardo Enríquez Maya, quienes ofrecieron su vida entera al servicio de la nación colombiana.
(Minuto de Silencio)
¡Muchas gracias!
Apreciados congresistas y colombianos, estamos transitando, juntos, hechos sin precedentes. Esta pandemia nos ha dejado un rastro de dolor muy grande: más de 115.000 colombianos fallecidos que, junto a los 4 millones de víctimas en todo el mundo, representan un vacío irreparable. En estos tiempos, los colombianos hemos tenido que afrontar todo tipo de adversidades, personales y colectivas. Nadie, nadie ha escapado al dolor de perder a un ser querido, y todos hemos tenido que tomar decisiones en medio de la incertidumbre. Todos hemos sido víctimas de las consecuencias de una catástrofe global que dejó ciudades desoladas, cerró fronteras, interrumpió planes de vida y alteró nuestra cotidianidad de formas que eran impensables.
Tuvimos que enfrentar esta crisis ante la cual no había libretos ni soluciones mágicas. Por ello, en este día, quiero hacer un reconocimiento a todas las mujeres y hombres en Colombia que, ante el tamaño de este reto enorme, supieron convertirse, al interior de sus hogares, en guías y refugio para sus familias en medio de una tormenta devastadora.
Los colombianos hemos sido llamados a ser más resilientes, sacando lo mejor de nosotros y siendo ¡MÁS colombianos que nunca!; creyendo en el futuro, aunque el presente nos traiga retos colosales; tendiendo la mano, aunque tengamos diferencias; sacando fuerzas de donde no tenemos para avanzar en la vida sin conocer un segundo a la desesperanza.
La pandemia puso a nuestro Gobierno el gran reto de proteger las vidas de millones de personas, y proteger la capacidad del país para emerger de sus severas consecuencias económicas.
El camino no ha sido fácil; hemos enfrentado MUCHAS dificultades y restricciones para combatir los efectos de la pandemia. Gracias a Dios, he tenido el privilegio de contar con un equipo de trabajo de colombianos comprometidos y con una gran capacidad de servicio. Quiero agradecerle a cada uno de ellos por su patriotismo y por su incansable labor, que nos ha llevado a conseguir resultados concretos a favor del pueblo colombiano. Es así que, en pocos meses de haberse iniciado la pandemia, logramos duplicar las camas de cuidado intensivo, pasando de 5.400 a más de 12.000; pasamos de 1 laboratorio que procesaba 1.000 pruebas al día a más de 166 laboratorios con capacidad de procesar más de 100.000 pruebas diarias, y capacitamos, también, al talento humano en salud para que llegara a todos los rincones de Colombia, con medicinas y tratamientos. A esos héroes y heroínas de todo el sector de la salud, también los celebramos hoy y les decimos: Gracias, ¡gracias por ser la primera línea de la vida en nuestro país! vacunación masiva
Hoy puedo informarles, con satisfacción, que, a HOY, en nuestro país llegaremos a 24 millones de vacunas, y que nuevamente sobrepasaremos las metas que nos habíamos trazado para el mes de julio. Asimismo, puedo garantizarles que este año llegaremos a la meta de vacunar a 35 millones de colombianos.
Y ASÍ, UNIDOS, VAMOS A RECOBRAR NUESTRAS VIDAS PARA CONCENTRARNOS EN EL FUTURO QUE NOS MERECEMOS COMO NACIÓN.
En este objetivo de preservar la salud de los colombianos, nos embarcamos en implementar una política exterior y diplomática proactiva que ha rendido sus frutos y que ha logrado la generosa participación de la comunidad internacional, que se ha materializado en donaciones de medicinas, ventiladores, material de protección personal y vacunas.
Sin embargo, la pandemia no solo afectó la salud de los colombianos, sino que también atacó cruelmente nuestra economía. En una primera instancia, millones de compatriotas perdieron su empleo, poniendo en riesgo su bienestar, agravando la situación de muchos que ya tenían demandas sociales acumuladas de mucho tiempo atrás.
• Los trabajadores, en el centro de la atención
En esos albores de la pandemia, algunos se apresuraron a plantear que enfrentábamos dicotomías entre la salud y el empleo y entre la vida y el progreso. Para nosotros, NO fue así. Partimos de la prevalencia de la protección de la vida, mientras desarrollábamos e implementábamos acciones innovadoras para proteger hogares, mantener empleos y salvaguardar nuestro lienzo social.
Ahora, nuestra sociedad tiene el gran reto de continuar con la vacunación masiva. Recuerdo hoy, con cierta tristeza, algunas voces que auguraban que en Colombia no habría vacunas disponibles este año. Pero también recuerdo con emoción, cómo el 17 de febrero, Verónica Machado, la enfermera jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Sincelejo, recibía la primera dosis de la vacuna en el país. Y esto que hoy recordamos con alegría evidencia que cuando trabajamos por un mismo objetivo, somos capaces de hacer grandes cosas. Y, así, a pesar de algunas cuantas voces negativas y disociadoras, prevalecen las voces de optimismo, el trabajo arduo, los valores democráticos, el sentido social y, colombianos, SOMOS capaces de alcanzar grandes logros.
Hoy puedo informarles, con satisfacción, que, a HOY, en nuestro país llegaremos a 24 millones de vacunas, y que nuevamente sobrepasaremos las metas que nos habíamos trazado para el mes de julio. Asimismo, puedo garantizarles que este año llegaremos a la meta de vacunar a 35 millones de colombianos. Y ASÍ, UNIDOS, VAMOS A RECOBRAR NUESTRAS VIDAS PARA CONCENTRARNOS EN EL FUTURO QUE NOS MERECEMOS COMO NACIÓN.
En este objetivo de preservar la salud de los colombianos, nos embarcamos en implementar una política exterior y diplomática proactiva que ha rendido sus frutos y que ha logrado la generosa participación de la comunidad internacional, que se ha materializado en donaciones de medicinas, ventiladores, material de protección personal y vacunas.
Sin embargo, la pandemia no solo afectó la salud de los colombianos, sino que también atacó cruelmente nuestra economía. En una primera instancia, millones de compatriotas perdieron su empleo, poniendo en riesgo su bienestar, agravando la situación de muchos que ya tenían demandas sociales acumuladas de mucho tiempo atrás.
• Los trabajadores, en el centro de la atención
En esos albores de la pandemia, algunos se apresuraron a plantear que enfrentábamos dicotomías entre la salud y el empleo y entre la vida y el progreso. Para nosotros, NO fue así. Partimos de la prevalencia de la protección de la vida, mientras desarrollábamos e implementábamos acciones innovadoras para proteger hogares, mantener empleos y salvaguardar nuestro lienzo social. Fuente. Prensa Presidencia de la República. Hay más.-
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