El presidente Juan Manuel
Santos suspendió provisionalmente los diálogos de paz que adelanta el Gobierno
con la guerrilla de las FARC en Cuba. Lo hizo luego de que se conociera la
noticia del secuestro del comandante de la Fuerza de Tarea Titan del Ejército,
general Rubén Darío Álzate Mora, una funcionaria y un cabo del Ejército.
Horas antes, el presidente
citó a la cúpula militar para determinar qué fue lo que ocurrió. Ya el Gobierno
tenía una hipótesis en la cual responsabilizaban a las FARC del plagio.
“Exigimos a los captores (que todo indica son las FARC) que lo liberen cuánto
antes sano y salvos”, dijo en mandatario en su cuenta de Twitter.
El mandatario les ordenó a los
negociadores del Gobierno –que este lunes tenían previsto viajar a La Habana a
una nueva ronda de conversaciones– que no viajen. “Se suspende esta negociación
hasta tanto se aclare y se liberen a estas personas”, afirmó el presidente.
Igualmente, Santos informó que
le dio la orden a las Fuerzas Militares de que hagan las “operaciones
necesarias” para rescatar al general Álzate, el cabo Rodríguez y la abogada
Urrego.
En su intervención, dijo que
hay “circunstancias” de los hechos que deben aclararse, como por ejemplo el
hecho de que el general Álzate estuviera de civil en una zona roja, con
presencia de las FARC. Santos dijo que se debe
indagar por qué el oficial le dijo a sus escoltas que no lo acompañaran en el
recorrido y por qué desatendió la advertencia del militar que piloteaba la
lancha.
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