BRASILIA.- Tras nueve meses de un polémico, intenso y
dramático proceso de impeachment,
el Senado de Brasil aprobó por amplia mayoría la destitución de
la presidenta Dilma Rousseff por manipulación de las cuentas
públicas, y puso así fin a 13 años de gobiernos del izquierdista Partido de los
Trabajadores (PT), que fueron inaugurados en 2003 por el padrino político de la
condenada mandataria, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin
embargo, no quedará inhabilitada para ejercer nuevos cargos públicos por ocho
años.
La abarrotada jornada final del juicio político en la
Cámara alta estuvo marcada por la tensión que
hasta el último instante demoró y enredó la histórica sesión. Los senadores
petistas pidieron que el impeachment se
votara en las dos cuestiones separadas: si Rousseff era culpable de los
crímenes de responsabilidad de los que se la acusó y debía perder su cargo, por
un lado, y si, en consecuencia, debía ser inhabilitada para el ejercicio de
cualquier función pública por un plazo de ocho años. La desesperada moción
retardatoria de la defensa fue finalmente aceptada por el titular del Supremo
Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, que presidió esta etapa del
proceso contra Rousseff, una ex guerrillera de 68 años que se convirtió en la
primera mujer presidenta de este país. Hay Más.-
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